21.7.08

El 68 narrado en imágenes

Tomado de La Jornada, 21/07/08

La prensa se subordinó a las coordenadas políticas de un régimen de partido de Estado en 1968. La discrepancia ciudadana no fue tolerada por los gobiernos priístas, de naturaleza autoritaria y corporativa, pero tampoco representó una reivindicación enarbolada por la mayor parte de los ciudadanos. Por ello el trabajo de los fotógrafos resulta de capital importancia para comprender los claroscuros de la relación entre la prensa y el poder en aquellos años.

En la gran rebelión de maestros y ferrocarrileros que tuvo lugar en 1958 predominó una censura explícita que presionó a fotógrafos como Héctor García a publicar sus imágenes en revistas marginales, alejadas de los circuitos comerciales, y obligó a otros profesionales de la lente, como Rodrigo Moya, a guardar sus negativos durante cerca de medio siglo, hasta que una parte de ellos fue publicada hace unos meses en La Jornada.

Por el contrario, en el 68 lo que tenemos es una vasta cobertura periodística que gira alrededor de la órbita de una autocensura con reglas políticas y culturales implícitas que se expresan, sobre todo, en el uso editorial de las imágenes.

Un indicador significativo de este proceso está representado por el destino editorial de las fotografías de tres autores clave del 58, como Enrique Bordes Mangel y los mencionados Héctor García y Rodrigo Moya ya en la nueva coyuntura del 68.

Bordes trabajaba para Prensa Latina, creada por la Revolución Cubana para contrarrestar el peso de las agencias de noticias estadunidenses, y la fina mirada de este autor, atenta no sólo a rostros y gestos, sino a todo tipo de referencias simbólicas, carteles y grafitis incluidos, no pudo encontrar el espacio periodístico que permitiera dimensionar los alcances de lo que personalmente considero como verdaderos ensayos fotográficos sobre el movimiento y que actualmente pueden consultarse en su archivo.

Héctor García tuvo mejor suerte y su seguimiento fotográfico del 68 estuvo muy bien contextualizado por las crónicas de Carlos Monsiváis, el diseño de Vicente Rojo y las colaboraciones de otros autores como Carlos Fuentes y Juan García Ponce en espacios tan prestigiados como La Cultura en México, el suplemento cultural de la revista Siempre!, y la Revista de la Universidad.

Finalmente, Rodrigo Moya ya había colgado su cámara a nivel profesional para esa época, pero ello no le impidió realizar una cobertura rigurosa de la marcha del rector Javier Barros Sierra y la manifestación multitudianaria del 13 de agosto, con algunas secuencias notables que dan cuenta de la gran calidad de su mirada documentalista y que permanecen inéditas en su archivo.

El silencio gráfico de Bordes y Moya en la esfera pública nacional contrasta con la proyección de García como la lente privilegiada del movimiento en los siguientes años, lograda no sólo por la calidad del autor, sino por el posicionamiento obtenido en tales espacios editoriales.

Ni la prensa ni las revistas ilustradas se comportaron de una manera homogénea o uniforme en el lapso que va del 22 de julio al 2 de octubre del 68. Por el contrario, existen distintos matices y claroscuros que abarcan diversas posturas, las cuales van desde la derecha empresarial anticomunista hasta grupos radicales de la ultraizquierda, pasando por una gran variedad de opciones moderadas.

En todos los casos la subordinación y el alineamiento al Estado y los poderes fácticos, reflejados entre otras cosas en el control del papel y la publicidad comercial, marcó distintos niveles de comportamiento que se vieron incluso dentro de cada periódico.

De un mapa complejo y variado entresaco algunos ejemplos para ilustrar el planteamiento anterior: Excélsior, el diario que albergó en sus páginas la crítica informada de Daniel Cosío Villegas y una pléyade de ilustres colaboradores, que desmantelaron con sus reflexiones la naturaleza autoritaria del régimen de Díaz Ordaz, se caracterizó por publicar editoriales institucionales cautelosos y moderados, muy cercanos a la perspectiva oficial, con las notorias excepciones de la toma militar de CU y el 2 de octubre.

En tal contexto, la cobertura informativa del diario, con fotógrafos como Aarón Sánchez, Miguel Castillo y Carlos González –quien por cierto fue herido de un bayonetazo en Tlatelolco–, respondió a este tipo de intereses y contradicciones, y desde esas coordenadas y parámetros hay que realizar la lectura de sus imágenes.

La revista Tiempo estaba dirigida por el laureado escritor Martín Luis Guzmán, quien desde tiempo atrás había sido cooptado por el Estado y resultó uno de los enemigos acérrimos del movimiento, con el encargo oficioso de satanizar a los estudiantes y alimentar la teoría de la conjura gubernamental a lo largo de aquellos tres meses. La paradoja consiste en que el director de esta revista contrataba los servicios de los Hermanos Mayo, el colectivo de fotógrafos republicanos que hizo leyenda en la historia del fotoperiodismo nacional, con un bagaje de izquierda que se diluyó en los feroces pies de foto anticomunistas que le endilgó el director de Tiempo.

La Prensa, uno de los diarios de mayor circulación en aquella época, se alineó rápidamente con el discurso de las autoridades y se limitó a aderezar los boletines oficiales antiestudiantiles como notas periodísticas. Su profusa cobertura abarcó el trabajo de diversos fotógrafos. Entre ellos, cabe destacar el caso de Enrique Metinides, el maestro de la nota roja en México en el siglo pasado, cuyas imágenes se exhiben actualmente como obras de arte en galerías y museos europeos y estadunidenses.

Resulta muy significativo el rastreo del trabajo de este autor en las páginas de La Prensa cubriendo simultáneamente los episodios estudiantiles y los casos policiacos cotidianos ocurridos en aquellos meses.

La mirada del autor, especializada en narrar historias macabras y destacar el papel de los mirones en accidentes y desastres de toda índole, aplica las mismas premisas de encuadre y composición al contexto del 68, subrayando los efectos de la represión.

La revista Life en español rescató la tradición de las grandes revistas ilustradas y fomentó la construcción editorial de secuencias narrativas que contaron con la mirada de eficientes fotógrafos mexicanos, como José Dávila Arellano y Jesús Díaz, así como el contexto de corresponsales como Bernard Diederich, quienes mantuvieron cierta distancia respecto de las posturas oficiales y que los vinculan, en cambio, con algunos sectores de la opinión pública estadunidense. Los ejemplos abundan, la premisa es la misma: las coberturas son amplias y muy diversas, y como toda imagen, permiten lecturas diferentes.

Aquí vamos a destacar aquella que se refiere a los contextos editoriales y los vínculos con el poder y, sólo mantendremos una distinción importante entre periódicos y revistas: los primeros se orientaron a la cobertura cotidiana de las noticias, mientras las segundas tuvieron el espacio y la pausa para construir narraciones y secuencias que dotaron de mayor contundencia a las imágenes.

Por lo general, los estudios historiográficos sobre el 68 han subestimado el papel de las fotografías y se han concentrado en otro tipo de documentos orales y escritos. No se trata de que las imágenes hayan estado ausentes en la reflexión de cronistas, escritores y académicos en estos 40 años. El problema reside en que han jugado un papel secundario, casi decorativo, para ilustrar las reflexiones y los planteamientos de los analistas.

* Este texto forma parte de un trabajo más amplio que el autor desarrolla en el Instituto de Investigaciones Dr. José Ma. Luis Mora, con apoyo del Fondo Sectorial de Investigación para la Educación, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

17.7.08

El extraño caso de Bob Berdella

Si existe un asesino sàdico y torturador a niveles de verdadero terror, ese es Bob Berdella y esta es su historia en DVD, recièn desempacado de las bodegas bucaneras de Tepito


y esta es una entrevista en youtube, aunque leyendo los mensajes supongo la quitaran pronto por derechos de autor



16.7.08

Los dibujos deAburto


tomado de uno de los expedientes acusatorios deMario Aburto

Gumaro deDios,el Canìbal


Les presento este excelente libro de Alejandro Almazàn sobre el caso de Gumaro de Dios, no creo estar equivocado al decir que es un ENORME libro, de lo mejor que he podido leer ùltimamente sobre una investigaciòn periodìstica de un personaje de caracterìsticas tan especiales como las de Gumaro

9.7.08

La nota roja inspira la novela que presentó Carlos Martín Briceño

Carina Pérez
Noticias de Oaxaca

Historias extraídas de la realidad se ha convertido en novela y cuento para el escritor yucateco Carlos Martín Briceño, quien crea y recrea a partir de elementos de la cotidianidad 13 cuentos cortos y una novela policiaca en "Los Mártires del Freeway y otras historias", de la cual asesinato e incesto son su plato fuerte.
Martín Briceño que su obra narra una serie de asesinatos perpetrados contra prostitutas; aseguró las historias que cuenta están inspiradas en casos reales que han ocurrido en ciudades como Mérida, en donde manejan una doble moral "aparentemente es una ciudad tranquila, pero yo busco el trasfondo de la ciudad, obviamente no fue un asesinato serial, pero yo lo hago así" explicó.
Para el yucateco es importante contar lo que nadie quiere decir, como el padre que tiene relaciones con su hija. Sus letras van más allá de lo que aparentemente se muestra: "me permito meterme en la mente y la forma de vida las personas y trato de escribir lo que pienso que están haciendo y que no les gustaría ver".
Alguna de la locaciones originales para los asesinatos que denunciaba la nota roja ocurrieron en Mérida, ciudad que tiene la mayor cantidad de asesinatos homofóbicos; en esos hechos se basó el autor, quien recrea la realidad a través de la ficción, tal cual los han hecho otros escritores como Jorge Ibargüengoitia en "Las muertas", con el caso de "Las Poquianchis".
"Yo como narrador, recreo los recuerdos que tengo... lo sórdido aunado a lo cotidiano son elementos de los que parte la escritura y ya es tarea del narrador elevar a poesía lo cotidiano" expresó durante la presentación de su obra en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO).
Para el cuentista yucateco Carlos Martín Briceño, la buena literatura es aquella que logra cautivar al lector, peo cuando no es así, para él no sirve. Por eso afirmó que la falta de interés que algunos tienen hacia la lectura es el resultado del mal manejo de técnicas educativas que buscan fomentar el gusto hacia las letras.
"Los Mártires del Freeway y otras historias" fue editado por Ficticia. Carlos Martín Briceño es miembro del Centro Yucateco de Escritores; tiene cuatro libros de cuentos "Después del aguacero"; "Silencio de polvo"; "Al final de la vigilia" y "Póquer de reinas, cinco versiones del deseo". Entre sus reconocimientos destacan el Premio Nacional de Cuento Beatriz Espejo en el 2003 y el Premio Nacional de la Universidad Autónoma de Yucatán en el 2004.

Asesino en serie capturado por la Policía de Cochabamba

Cochabamba, 8 Jul (Erbol). La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) informó hoy de la detención de Elías Calvimonte Vásquez (20), presunto asesino en serie de tres adolescentes de 15 y 17 años, respectivamente.

Tras varios meses de investigación exhaustiva los efectivos policiales dieron con el paradero del presunto asesino, con la cual queda esclarecida la muerte de estas jóvenes, dijo en conferencia de prensa el mayor Boris Bellido, vocero de la Felcc.

De acuerdo a las investigaciones el sujeto las buscaba y enamoraba a las muchachas para luego trasladarlas a lugares alejados, una vez conseguido su propósito terminaba con la vida de las infortunadas adolescentes. Cuando eran halladas por la Policía todas estaban en la misma posición, es decir, con la cara abajo y presentaban hematomas por todo el cuerpo y con indicios de haber sido vejadas sexualmente.

Los cuerpos de las víctimas, tenían además, el cráneo destrozado y con la inscripción VL en sus espaldas, lo que hacía presumir que los autores del crimen eran miembros de pandilla “Vatos Locos”, sin embargo, esta hipótesis fue descartada en todo el proceso, indicó Bellido

El primer caso de asesinato se registró en Villa Rivero-Punata en julio del 2007 cuando hallaron el cuerpo sin vida de una adolescente de 15 años; el segundo caso se registró en Tiraque en enero de este año, se trataba de una joven de 17 años y; finalmente, el pasado 22 de junio se encontró el cadáver de una adolescente de 15 años en el sector de la Angostura.

Otro caso

Otro caso esclarecido es de las dos adolescentes que presuntamente habrían sido secuestradas por un antisocial hace cuatro días, sin embargo las investigaciones dan cuenta que se trata de un autosecuestro, ya que las menores habrían planeado todo hace un par de semanas por el maltrato que la madre daba a una de ellas.

Tomado de Radio Educación de Bolivia

8.7.08

Así era la extinta Dirección Federal de Seguridad

Video de El Universal TV









5.7.08

Arrestan a joven en caso de franceses asesinados

LONDRES (AFP) - La policía británica que investiga el sórdido asesinato de dos estudiantes franceses el domingo pasado en Londres arrestó en la madrugada del sábado a un joven de 21 años para interrogarlo sobre esos hechos que conmocionaron a la opinión pública.

El joven fue detenido en plena calle en el sureste de Londres y fue conducido después a una comisaría próxima, informó un portavoz de Scotland Yard.

Se trata del primer arresto desde el asesinato de los dos estudiantes franceses de 23 años, Laurent Bonomo y Gabriel Ferez, que fueron atados, amordazados y acribillados a centenares de puñaladas en el apartamento que alquilaba el primero.

La policía había lanzado un llamamiento a testigos, sobre todo para encontrar a un hombre blanco que fue visto cuando escapaba del lugar.

El portavoz de Scotland Yard no quiso indicar si el joven arrestado correspondía a esa descripción.

El viernes, la policía anunció haber recibido unas 25 llamadas que calificó de interesantes.

Los investigadores siguen la pista de un posible vínculo entre este doble asesinato y un robo en el apartamento una semana antes, en el que fue sustraído un ordenador portátil.

Los ladrones se llevaron también unas llaves, lo que explicaría que la puerta de la vivienda no presentara señales de haber sido forzada.

Por otra parte, la policía estableció que "dos consolas Sony PSP desaparecieron" y sospecha "que fueron robadas cuando los dos hombres fueron asesinados el domingo" 29 de junio, declaró el viernes el inspector a cargo de la investigación, Mick Duthie.

Las tarjetas de crédito de los dos franceses también fueron hurtadas, según la policía.

El tabloide The Sun informó el sábado de que las tarjetas habían sido utilizadas en cajeros automáticos, un dato que Scotland Yard no quiso comentar.

La investigación se perfila difícil, puesto que ningún móvil, incluido el robo, justifica una violencia de tales proporciones.

Los dos jóvenes franceses, atados a sillas, fueron apuñalados cerca de 250 veces en total, antes de que el o los agresores prendieran fuego al apartamento, sin duda para eliminar cualquier prueba, según la prensa.

El inspector Duthie no descartó una cierta premeditación, puesto que el incendio fue atizado con un producto inflamable.

"No hay ningún indicio que sugiera que los jóvenes tenían un líquido inflamable en el apartamento. Es posible que (los autores) lo llevaran consigo", declaró.

Bonomo y Ferez, dos estudiantes brillantes en bioquímica que efectuaban unas prácticas en el prestigioso Imperial College de Londres, no tenían ningún antecedente judicial.

Olivier Ferez, padre de Gabriel, declaró al Daily Mail: "Estamos conmocionados, completamente devastados. Gabriel es, era, el más inteligente, el más cariñoso, el mejor hijo que podíamos soñar. Tenía un futuro tan brillante y ahora todo ha acabado", dijo.

La prensa británica apuntaba el sábado a la pista de un ladrón que, bajo los efectos de la droga o una enfermedad mental, se habría ensañado contra las víctimas.

Otra hipótesis es que el blanco del asesino fuera un antiguo arrendatario del apartamento, que Bonomo alquilaba desde hacía menos de dos meses.

En Francia, una marcha silenciosa en memoria de los dos jóvenes fue convocada para el lunes en Clermont-Ferrand (centro), donde eran estudiantes de una universidad de ingenieros.

3.7.08

Mujeres de Juàrez

Los siguientes son un par de documentales sobre los casos de mujeres muertas y desaparecidas en Ciudad Juàrez

Las muertas de Juàrez
Radio Nederland



City of lost girls
Journeyman pictures

La Herida de Teresa Margolles


Camino a tomar el autobús que me llevaría a la Fundación/Colección Jumex, pasé entre unos puestos de comida en la calle. El olor que despedían las fritangas y la carne era intenso, incluso se diría rancio. Imposible hablar de que éste invitara a querer comer un taco y, mucho menos, que pudiera considerarse un aroma grato. Sin embargo, es el que convoca a cientos de paseantes de pocos recursos, burócratas, albañiles, etc. a acercarse a los puestos, provocados por el hambre o el antojo de hincar un diente en lo que para ellos resulta apetitoso. Sin duda las calles de nuestro México no dejan de recordarnos en todo momento que sólo algunos pocos somos unos favorecidos y que la mayoría está al margen de cualquier privilegio. Recordarnos que buena parte de la sociedad crece y se desarrolla al margen de los beneficios económicos y en una intrincada problemática social que no tiene en cuenta ni necesidades ni mucho menos sueños. Un inmenso grupo social que está inmerso en la pobreza (intentando sobrevivir), en la frustración, la ilegalidad y la violencia que ha traído esa miseria, engendradas también por los intereses mezquinos de unos cuantos, entre ellos, los que tienen que ver con el narcotráfico.


Ustedes dirán: ¿A qué viene a cuento todo esto?Pues viene a propósito de la obra reciente de Teresa Margolles, curada por Taiyana Pimentel, la cual se exhibió recientemente en la Fundación/Colección Jumex, como una comisión de la misma a la artista –aprovechando que se exponía la obra de la estadunidense Kiki Smith, artista que se ha ocupado, entre otros aspectos, del cuerpo humano.


Dado que la Fundación Jumex se encuentra en Ecatepec, Estado de México, Teresa Margolles consideró justo pensar en un proyecto específico dirigido a la gente de esa zona urbana, aunque ésta no pudiera tener acceso a la Fundación. Consideró entonces, llevar al interior de las instalaciones de Jumex “la herida”, una de las muchas, de los habitantes de Ecatepec –sobre todo jóvenes–, ocasionada por muerte violenta y por drogas.


Escribió Margolles en el folleto de la muestra:Partiendo del contexto socio-urbano en el que se encuentra enclavada Fundación/Colección Jumex, he construido un surco en la superficie del suelo de 8m. de largo por 15cm. de ancho y de 3cm. de profundidad, que contiene fluidos de personas asesinadas, que en el transcurso de la muestra se convertirán en costra. Aludiendo a la situación de violencia y marginalidad del espacio geográfico.



Bueno, la herida no se transformará en costra, debido a la permanencia breve de la obra (brevísima, dado que sólo se mostró al público los días 31 de mayo, 1 de junio y 5 y 7 de octubre) en una de las salas de la Fundación (a diferencia de la muestra de Kiki Smith que permaneció más de 4 meses, pero con la cual la obra de Margolles coincide en fechas de inauguración y de clausura). Cuestión de la que seguramente estaría al tanto la artista y que, sin embargo, no la llevó a negarse a presentar su trabajo, aunque –como ella expresó en una conversación pública en Jumex (7 de octubre de 2007)–, no dejaba de darle coraje, pues lo más importante para ella en este caso particular es el proceso. Una contradicción que bien tendría que reflexionar Margolles para lo que venga después y así ser congruente hasta el fondo con sus iniciativas. Y una situación –dado lo limitado del tiempo de exposición– que nos hace preguntarnos ¿quién decide en la Fundación/Colección Jumex qué exhibir y qué no exhibir y con cuáles criterios, así como el tiempo de su permanencia en las instalaciones? Pues tal pareciera que se tomó una decisión –presentar la intervención de Teresa Margolles– de la cual se arrepintieron al poco tiempo.


La idea de la propuesta artística Herida no es en absoluto mala. El concepto es bueno y comprometido y se suma a otras intervenciones in situ que Margolles ha venido realizando en México y en el extranjero. La sobrevivencia del impacto por muerte violenta, por asesinato, toma cuerpo en los restos de los fluidos de las víctimas que se vertieron sobre la plancha de la morgue hacia el canal que conduce al caño. Canal que fue reproducido en sus medidas por dos albañiles durante tres días a golpe de martillo y cincel sobre el piso de concreto de la sala de exposición de la Fundación. Fluido que, dato curioso, buscó escapar del lugar, filtrándose al piso inferior a pesar de su densidad. Cuarenta litros a ras del suelo de lo que una vez estuviera vivo y, paradójicamente, continuara un proceso orgánico de descomposición. “¿Cuánto vive un cadáver y lo que es parte de él…?”, se pregunta Teresa Margolles.El Zorrillo, improvisado maestro de albañilería, quien ejecutó el trabajo, forma parte –según lo escrito en el folleto de la obra­– de un grupo social característico de Ecatepec, conformado por jóvenes desplazados de la economía industrial de la región y es, para definirlo más precisamente, parte de las crecientes estadísticas del ejército de desempleados en edad laboral.

Tomado de www.replica21.com
Quizá este joven fue elegido por Margolles para decirnos tácitamente que no todos los jóvenes de Ecatepec son unos desbandados y que si se les da una posibilidad, la aprovecharán de la mejor manera


Teresa Margolles tiene carácter y decisión. Es una mujer sencilla, directa y que si bien no puede verbalmente abundar demasiado sobre sus trabajos, logra por lo regular conceptos redondos, efectivos. Ama la vida y no teme a la muerte. Puede hacer lo que hace por convicción, porque es una apasionada de su trabajo y porque no tiene prejuicios. Además conoce profundamente los ambientes (la morgue y las colonias populares) en los cuales nacen sus conceptos y de los cuales toma sin reparo alguno lo que necesita para desarrollarlos con limpieza estética, se diría minimalista. Limpieza perfecta para no sufrir de entrada rechazo por parte del observador y así lograr situarlo en relación con los problemas inherentes a la violencia (sea social o física) y sus consecuencias, entre ellas la muerte.


Margolles al igual que su intervención Herida son capaces de enfrentarnos con nuestras fragilidades, con nuestras carencias e indiferencia hacia el otro, estimulando en nosotros una real construcción de significado. No por nada, el hedor que emanaba de sus fluidos e invadía la blanca, impecable y vacía sala de la Fundación/Colección Jumex, lacerada únicamente por la exigua hendidura de sustancia parda, estaba ahí para recordarlas y no permitirnos salir ilesos de su contacto.

Teresa Margolles en Ecatepec




Surco de ocho metros de largo, quince centímetros de ancho y tres centímetros de profundidad, lleno de fluidos de cadáveres de personas asesinadas. Curaduría de Taiyana Pimentel. Fundación/Colección Jumex, Junio de 2007




Es 31 de mayo del 2007 y en la galería de la Fundación/Colección Jumex en Ecatepec, Estado de México, se lleva a cabo el evento inaugural de la exposición retrospectiva de la conocida artista Kiki Smith. Mientras la gente se saluda, ve arte, come y se recorre la muestra, una sorpresa aguarda en la sala de exhibición que se encuentra en el primer piso, junto a la biblioteca. El acceso a este espacio, que para la ocasión funciona como project room, está restringido por una puerta corrediza blanca que no deja ver el interior. Para acceder, el guardia nos indica el protocolo a seguir: hay que leer primero el texto de muro que nos indica que lo que vamos a presenciar es una obra de Teresa Margolles, comisionada por la Colección Jumex. Una vez advertidos, el guardia desliza la puerta para permitirnos el paso. Lo que encontramos es una extraña franja liquida de color rojo en el suelo, que parece revolverse lentamente. Un olor penetrante, como salado y metálico al mismo tiempo, impregna todo el espacio e incluso emana fuera de la sala. Y silencio. Había allí otras personas, que no hablaban, solo observaban. Algunos, que vieron en la zanja una frontera, se atrevieron a cruzarla en búsqueda, tal vez, de otra perspectiva que les ayudara comprender el peculiar fenómeno artístico con el que estaban conviviendo. Otros se retiraban apresuradamente, empujados tal vez por el olor, por el aspecto sanguinolento de la materia prima de la obra, o por la asociación de ideas que una obra de este tipo puede activar en la mente. La “Herida” (2007) de Teresa Margolles consiste en un surco recto y estrecho, cavado en el suelo de concreto de la galería que va de un extremo a otro. Fue rellenado con un líquido rojizo y espeso que resulta de la mezcla de diversos fluidos extraídos de cadáveres recolectados en diversas morgues del país. Ecatepec es una zona periférica de la Ciudad de México, asiento de un gran número de industrias, donde habitan más de 400 mil personas, la mayoría en condiciones de pobreza y marginación.


Dentro de la galería se encuentra Teresa Margolles. Me acerco a ella para escuchar sus comentarios sobre la obra. Me dice que se encuentra sorprendida debido el evidente movimiento que la sustancia depositada en el surco ha experimentado desde que terminó la instalación de la obra. “Es como si estuviera viva” – expresa Margolles. Saco mi grabadora de mano y le comento mi intención de entrevistarla brevemente, a lo que ella accede. “Para mi (la pieza) es importante porque era la posibilidad de hablar de Ecatepec, una zona que conozco muy bien. Me interesó por la posición geográfica de la Colección Jumex. La colección no tiene ninguna obra mía, entonces, que me invitaran sin coleccionarme me pareció también la segunda cosa que encontré. Hice esta pieza que se llama Herida, que es un rasgar, rasgar el suelo de una sala, de una sala de arte, y meterle a Ecatepec dentro. Los fluidos viene de morgues de distintas partes de la república. El destino final de esta pieza es que se costrifique, es esa herida que sangra, que le sale costra pero la arrancas y vuelve a emerger. Esto continúa el trabajo que trata de demostrar que hay una dinámica de los residuos de la muerte, la vida del cadáver. Aquí nos siguen reclamando. Son cadáveres que nos siguen reclamando.”



Dinámica es una palabra que alcanza a explicar el por qué la sustancia colocada en la herida parece moverse. Probablemente el movimiento visible es producto de una sensación en nuestro interior. De cualquier forma, es obvio que muchas de las piezas de Margolles encierran algo terrible dentro de una apariencia externa sumamente tersa, sin metáfora, sin narrativa; sus obras son solamente materias con formas puras a escala humana.
A pesar de ser ampliamente conocida en la escena artística local e internacional, la obra de Teresa Margolles es poco vista en exposiciones y proyectos artísticos en México. La situación se debe a diversos factores: producir una de sus obras implica diversas complicaciones que pocas instituciones se animan a confrontar, y la temática de su trabajo (la muerte y sus residuos) todavía genera reservas entre el público general (esto explica el por qué de la puerta y el guardia en la sala de la Colección Jumex). También hay que agregar el hecho de que actualmente no cuenta con una galería que la represente en México. Anteriormente trabajó con la galería Enrique Guerrero, y posteriormente participó en el efímero proyecto de la galería Kilchmann-Martín, presentando en el cubículo de dicha galería en la feria MACO 06 fotografías de marquesinas de cines abandonados intervenidas con citas de cartas póstumas de suicidas (“Recados Póstumos”, 2006).


En contraste, la inclusión del trabajo de Teresa Margolles en diversas exposiciones colectivas y proyectos artísticos en el extranjero es cada vez más frecuente, destacando el gran interés por su obra en Alemania, donde tuvo una muestra en el museo MMK de Frankfurt titulada “Muerte sin fin”. Dicha exposición se concentró en la obra reciente de Margolles y algunas piezas generadas en su participación en el ya legendario colectivo artístico SEMEFO, donde la artista abandonó las referencias crudas y directas a la muerte y los cadáveres, y recurrió a la formulación de piezas que funcionaban a modo de metáforas sutiles, revisando algunas estrategias de trabajo usuales en la producción artística. En dicha exhibición se incluyeron las conocidas burbujas de jabón y agua utilizada para lavar cadáveres en la morgue (“En el Aire”, 2003), el banco minimalista elaborado con cemento y agua mezclada con fluidos de cadáveres (“Banco”. 2004), el austero bloque de cemento con un feto incluido (“Entierro”, 1999) y una extensa serie de papeles sumergidos en fluidos humanos que aparentan ser dibujos o pinturas abstractos (“Papeles”, 2003). A este conjunto de obras pertenece la “Herida”, donde Margolles transforma el impacto de la evidencia inevitable de la muerte y la violencia por medio de un gesto mínimo, dejando que la idea de la muerte descorra su velo en la mente del espectador y despierte inquietudes a partir de las referencias propias que cada persona tiene sobre el tema.


La trayectoria de Teresa Margolles ha sido objeto de las más diversas críticas y observaciones. Desde quienes opinan que sus actividades creativas se colocan en el terreno del mal gusto, la corrupción y la transgresión más escandalosa, hasta aquellos que opinan que su propuesta artística es de las más originales, comprometidas y honestas de la escena actual del arte a nivel internacional. Ciertamente, el discurso de Teresa Margolles es un tema que se evita y se disfraza de muchas maneras –la página roja, el las series de televisión sobre temas forenses– en el discurso social. Cuando el artista británico Damien Hirst comenzó en el 2006 la denominada “etapa mexicana” de su obra, hacía hincapié en su sorpresa y afinidad con la manera en que -“…la muerte y el pasado tienen una presencia constante en la vida cotidiana en México. En Inglaterra la gente no habla de la enfermedad y la muerte.” La obra de Margolles va más allá del hecho de la suspensión de la vida, incluso elude cualquier interés estético o tradicional que pueda ser encontrado en los rastros que la muerte deja a su paso. En México y los países latinoamericanos, la muerte es también síntoma y señal de los tiempos que corren. Hoy en día, la imagen de la muerte esta inevitablemente asociada a la violencia, la injusticia social y el abuso del poder. Sin embargo, el trabajo de Teresa Margolles no emite juicios ni denuncias. Solo pretende devolver al curso de la discusión pública el hecho de que las circunstancias de la vida tal como la concebimos hoy en día, con toda su complejidad y complicaciones, concluyen en un mismo punto donde todos las matices desaparecen, y las coincidencias y discrepancias se unifican en un final que, inevitablemente, termina resolviendo todo.