13.3.06

Pornografía infantil en la frontera norte de México

Mafias chinas, japonesas, albanesas y coreanas trafican en esta frontera con niños y jovencitas destinados al mayor mercado humano: California, donde son utilizados en internet y víctimas de pornografía infantil y turismo sexual.

Bajo el amparo de empresarios, políticos y hasta policías, por personajes prominentes que se mueven con holgura en diversos círculos sociales, “alimentan” al mercado de la pornografía infantil, que tan sólo en un año arrojó ganancias de 12 billones de dólares en el mundo. Jorge Bedoya, director del Corredor Bilateral –una organización que combate el abuso sexual contra infantes tanto en México como en Estados Unidos–, asegura que los menores son tratados como mercancía con diversos usos: se les fotografía, se les videograba, se les promueve vía internet y se les prostituye.

Marisa Ugarte, directora en San Diego del Corredor Bilateral lo secunda. Dice que hay un alemán llamado Felix Somm, famoso por la publicación de libros sobre pornografía infantil que difunda a través de internet. Se le considera el principal pornógrafo infantil del mundo, e incluso ha sido acusado y juzgado por esas actividades. Ugarte explica que actualmente Somm está comprando terrenos en Puerto Vallarta. “No creo que vaya a construir un inocente desarrollo turístico”. Y menciona los casos de otros pederastas, como Thomas Frank White, de 71 años de edad, quien enfrenta cargos en Vallarta donde fundó su paraíso –La Casa Blanca–, por prácticas de turismo sexual en México y Tailandia, y de Michael Lewis Clark, de 71 años, quien es juzgado en San Francisco acusado de ejercer el turismo sexual con niños camboyanos. Ugarte explica que según algunos de sus contactos que integran una red de combate a la pederastia le proporcionaron los datos sobre las andanzas del alemán Somm en Vallarta, tierra fértil para la comisión de este delito al igual que Cancún.

Cuestiona la falta de leyes en México que castiguen estos delitos, por lo que, en casos como el de Succar Kuri –acusado del abuso de menores en Cancún, y mencionado en el libro Los demonios de Edén, de la periodista Lydia Cacho–, es menor que se les apliquen las sanciones en Arizona.Y es que mientras en México existen estas serias lagunas, en Estados Unidos y bajo el Acta de Protección 2003 se castiga hasta con 30 años de cárcel a quien abuse sexualmente de un menor.

“El delito se castiga desde el intento, y para ello no se requiere comprobar flagrancia en el delito ni la consumación”, asevera la directora en San Diego del Corredor Bilateral. De ahí que México siga siendo el paraíso de los pederastas.

Al preguntársele acerca de las mafias que operan en esta frontera y sobre sus enlaces, Ugarte advierte lo delicado del caso. “Algunas personas tienen enlace con las mafias japonesas; tenemos mucha gente china aquí, otras más han emigrado de Rusia. Entonces, puedes considerar que hay un sabor de varias cosas que pueden estar alrededor”. Una de estas bandas, cuyas raíces se encuentran en China, es la llamada Cabeza de Víbora, la cual podría tener ramificaciones en esta frontera y en San Francisco, donde hay un elevado índice de migración oriental. Y es que México “aporta” 16 mil menores que son explotados sexualmente y esta frontera –que ocupa el primer lugar de tráfico de personas, según una investigación– es paso obligado de las rutas internacionales del tráfico humano, los destinos turísticos de la República son paraísos para los pederastas.

Pederastia promovida por Internet

El jefe de Inmigration and Customes Enforment en San Diego (la Oficina Investigadora de Inmigración y Aduanas), Juan Dania, precisa que hay al menos cuatro redes internacionales que lo mismo operan en California que en México, que se encuentran bajo investigación.Aunque se reservó proporcionar mayores datos para no entorpecer las averiguaciones, Dania precisó que al menos una de estas redes, se vale de la nueva herramienta de los pederastas –internet–, para ofrecer tours a Tijuana, donde les preparan encuentros sexuales con menores de edad. Ensenada, a 100 kilómetros de la frontera con San Diego, donde habían organizado un tour para encontrarse con niños.Por su parte, el director de la Policía Estatal Preventiva, Alfredo Arenas, reveló que Baja California es el escondrijo de 300 fugitivos estadunidenses, entre homicidas y pederastas. Algunos de ellos han encontrado en territorio mexicano su refugio desde donde continúan perpetrando los mismos delitos que cometían en su país, entre ellos la pornografía o el abuso sexual infantil.

“No te voy a decir en qué colonia, pero se encontró a un estadunidense con fotografías de jovencitas menores de edad. El era un hombre que se llevaba bien con sus vecinos”, afirma por su parte el director ejecutivo del Corredor Bilateral, Jorge Bedoya. Este personaje pagaba 40 dólares a las menores de edad por dejarse fotografiar, y 100 por mantener relaciones sexuales.De acuerdo con Bedoya, por sus características de ciudad de paso para la migración, Tijuana es tierra propicia para que tanto mujeres como jóvenes y niños se pierdan, en toda la extensión de la palabra, y sean víctimas de múltiples atropellos: abuso sexual, pornografía infantil, trata de blancas y cualquier tipo de esclavitud humana.El año pasado, 120 mil niños y niñas mexicanos se perdieron.

“Podrían estar con sus padrastros, sus tíos o novios, no lo sabemos, pero lo que sí sabemos es que los traficantes de humanos utilizan métodos cada vez más sofisticados”, advierte.También recordó el caso reciente en que una pareja quiso comprar un niño en esta ciudad: “En el mejor de los casos podemos pensar que querían adoptarlo, pero no sabemos si era con fines de trata y explotación”. ¿Cuántas películas ‘normales’ se hacen en Hollywood? pregunta Ugarte. Se fabrican 400, contra las 12 mil cintas porno que se filman en la misma ciudad californiana. “No se harían 12 mil películas si no fueran muy lucrativas.”

Los precios de una mujer, un adolescente o un niño o niña dependen de los servicios para los que se requieran, según Bedoya. “Hay gente que solicita a estas personas para una esclavitud sexual o laboral, para trabajar en casa, para actividades de acompañamiento; es un mercado de oferta y demanda similar, como cuando uno pregunta cuánto vale una pantalla de plasma. Todo depende de sus característica, de sus acabados”.Una niña virgen de 15 años puede cotizarse entre 10 y 15 mil dólares, mientras que los servicios de un niño rondan desde los 70 hasta los 400 dólares, dependiendo de su belleza, su estado de salud y el nivel de clientela al que está dirigido.

Para darle continuidad a 40 casos de explotación sexual infantil, el Corredor Bilateral firmó un convenio con la Procuraduría de Justicia de Baja California, cuyo titular, Antonio Martínez Luna, se comprometió a darle celeridad a los casos, y a tratar a los infantes explotados como víctimas y no como parte activa de estas redes.

publicado en Proceso.com 13/03/06