27.6.06

Ángel Maturino será ejecutado hoy


Los crímenes de Reséndiz, conocido como "el asesino de las vías del tren" (Railroad killer), son atroces. Aprovechaba el aislamiento de casas próximas a vías férreas, en donde casi nadie quiere vivir, por el ruido, se introducía en ellas cuando sus habitantes habían salido, y cuando regresaban los atacaba por sorpresa con cualquier objeto punzante o cortante que tuviera a la mano. Luego se llevaba las cosas de valor que encontrara. Vivía para delinquir y matar. Cuando ya era uno de los delincuentes más buscados por la FBI, fue detenido por la Migra, la cual lo deportó a México. Reséndiz regresó y siguió robando y matando hasta que su hermana lo entregó a un policía de Texas, con la condición de que no lo mataran y que le practicaran una prueba sicológica.

Ocurre que Angel Maturino padece de esquizofrenia paranoide y que cuando cometió los asesinatos que se le imputan estaba convencido de que era un ángel enviado por Dios para destruir a los malvados. A unos días de recibir la inyección letal, el hombre está seguro de que resucitará en Medio Oriente, en donde ayudará a los judíos a combatir a los árabes. Los siquiatras de la fiscalía admiten que el sentenciado padece alucinaciones y que muestra daño cerebral, pero sostienen que es "apto para ser ejecutado". Durante el juicio fue necesario administrarle drogas antisicopáticas para reducir los síntomas de su mal. Sin embargo, el acusado descalificó a sus abogados defensores y pidió que lo condenaran a muerte porque, dijo, si lo ejecutaban el jurado y el verdugo fallecerían al instante, en tanto que él volvería de entre los muertos. En el sexenio en que ha permanecido en el pabellón de los sentenciados, Angel ha sido hospitalizado en una unidad siquiátrica en ocho ocasiones, se ha mutilado unas 30 veces y, según un informe de Amnistía Internacional, "se encuentra en un estado de total delirio".

La Jornda 25/06/06