Venden en web artículos de asesinos seriales
Ofertan uñas, pinturas, papeles, fotografías de criminales de alto perfil; atesoran fanáticos de las estrellas pop del pabellón de la muerte
Brookey Lee West metió a su madre muerta en un bote de basura y la dejó en una bodega hasta que sus restos fueron descubiertos por alguien que no pudo soportar el olor. West negó haber matado a su madre, pero el jurado no le creyó: fue sentenciada a cadena perpetua por asesinato.
¿Le interesaría comprar algunos pedazos de las uñas de Brookey?West es parte de la espeluznante lista de asesinos cuyas pertenencias se están volviendo actualmente objetos de colección.
Criminales convictos cuyos objetos personales -su arte, sus cartas, fotografías, recortes de uñas- son atesorados por fanáticos que veneran a las "estrellas pop" del pabellón de la muerte. Es la nueva industria de los recuerdos y objetos personales de asesinos.
Los recortes de uñas de la mano derecha de West se están vendiendo a 19.99 dólares (¡sin costo de envío a todo el mundo!) en un sitio web que también vende las obras de arte de West: prisonboundserialkillers.com.
El dueño del sitio, un tipo llamado Randall, de Massachusetts, exhorta a sus clientes a "tratar de obtener los mejores precios". También les recuerda ser "malvados las 24 horas de los siete días de la semana".
Randall comenzó a vender los artículos de West aproximadeamente hace ocho meses y es uno de los primeros coleccionistas en introducirla en el mercado de los recuerdos y objetos personales de asesinos. El comerciante señaló que vendió un dibujo de Jesús realizado por West en 175 dólares, y añadió que poca gente ha preguntado por las uñas.
Al igual que la mayoría de los vendedores, obtiene su mercancía mediante correspondencia con el asesino. Algunas personas piden productos específicos, pero Randall nunca le dijo nada a West, pensó que ella sabría lo que le interesaría. Le envió los recortes de sus uñas sin que él se los pidiera.
También le envió una pintura de tres niñas, y la playera blanca que utilizó mientras la hacía. En la playera escribió: "no hay nada como una cómoda playera de algodón. Le corté las mangas y la utilicé para un proyecto de arte. Esta playera la utilicé cuando terminé de pintar a las tres chicas". Luego la firmó y le puso la fecha, como a cualquier obra de arte.
La playera es parte de la colección privada de Randall.La presencia de West en la web no representa la primera vez en que un asesino es objeto de comercio. Otro sitio web de recuerdos y objetos personales de asesinos tenía a la venta fotografías de Michael Strohmeyer, arrestado hace 10 años por violar y asesinar a una niña de siete años en el baño de un casino en Primm, Nevada.
Randall también vende cosas de Strohmeyer; tiene un pedazo de papel de la cárcel con la firma de Strohmeyer y lo vende a 3.99 dólares. Y a pesar de lo que se podría pensar, Randall no siente ningún tipo de remordimiento por su extraño pasatiempo.
"No me siento mal, no creo que esté haciendo nada malo", dijo. "Algunas personas coleccionan tarjetas de béisbol. A mi me gusta coleccionar material de casos de alto perfil".
Cuando el departamento de Correccionales de Nevada examinó este año el sitio que vende los artículos de Strohmeyer, los oficiales determinaron que no podían hacer nada para impedirlo. Algunos estados han aprobado leyes para prohibir la venta de artículos de ese tipo, pero Nevada no.
Y la ley original de "el hijo de Sam", diseñada para evitar que los asesinos saquen provecho de vender sus historias, fue anulada hace años, luego de que la Suprema Corte determinara que era una violación a las protecciones de libertad de expresión.
Randall comenzó a comunicarse con West desde hace dos años. En ese tiempo han llegado a conocerse, y West siempre ha mantenido su inocencia. Siempre ha insistido en que no asesinó a su madre. ¿Pero la metió dentro de un bote de basura? Seguro, ni siquiera su abogado defensor lo negó. ¿Pero acabó con la vida de su madre? No.
Claro, la inocencia reduciría el valor de la obra de West. Por lo que cuando se le pregunta a Randall si cree en Brookey, su respuesta es muy simple: "no, para nada". (Traducción: Mariana Toledo)
Las Vegas Sun
El Universal
La Vegas, EU.
Jueves 18 de septiembre de 2008
Brookey Lee West metió a su madre muerta en un bote de basura y la dejó en una bodega hasta que sus restos fueron descubiertos por alguien que no pudo soportar el olor. West negó haber matado a su madre, pero el jurado no le creyó: fue sentenciada a cadena perpetua por asesinato.
¿Le interesaría comprar algunos pedazos de las uñas de Brookey?West es parte de la espeluznante lista de asesinos cuyas pertenencias se están volviendo actualmente objetos de colección.
Criminales convictos cuyos objetos personales -su arte, sus cartas, fotografías, recortes de uñas- son atesorados por fanáticos que veneran a las "estrellas pop" del pabellón de la muerte. Es la nueva industria de los recuerdos y objetos personales de asesinos.
Los recortes de uñas de la mano derecha de West se están vendiendo a 19.99 dólares (¡sin costo de envío a todo el mundo!) en un sitio web que también vende las obras de arte de West: prisonboundserialkillers.com.
El dueño del sitio, un tipo llamado Randall, de Massachusetts, exhorta a sus clientes a "tratar de obtener los mejores precios". También les recuerda ser "malvados las 24 horas de los siete días de la semana".
Randall comenzó a vender los artículos de West aproximadeamente hace ocho meses y es uno de los primeros coleccionistas en introducirla en el mercado de los recuerdos y objetos personales de asesinos. El comerciante señaló que vendió un dibujo de Jesús realizado por West en 175 dólares, y añadió que poca gente ha preguntado por las uñas.
Al igual que la mayoría de los vendedores, obtiene su mercancía mediante correspondencia con el asesino. Algunas personas piden productos específicos, pero Randall nunca le dijo nada a West, pensó que ella sabría lo que le interesaría. Le envió los recortes de sus uñas sin que él se los pidiera.
También le envió una pintura de tres niñas, y la playera blanca que utilizó mientras la hacía. En la playera escribió: "no hay nada como una cómoda playera de algodón. Le corté las mangas y la utilicé para un proyecto de arte. Esta playera la utilicé cuando terminé de pintar a las tres chicas". Luego la firmó y le puso la fecha, como a cualquier obra de arte.
La playera es parte de la colección privada de Randall.La presencia de West en la web no representa la primera vez en que un asesino es objeto de comercio. Otro sitio web de recuerdos y objetos personales de asesinos tenía a la venta fotografías de Michael Strohmeyer, arrestado hace 10 años por violar y asesinar a una niña de siete años en el baño de un casino en Primm, Nevada.
Randall también vende cosas de Strohmeyer; tiene un pedazo de papel de la cárcel con la firma de Strohmeyer y lo vende a 3.99 dólares. Y a pesar de lo que se podría pensar, Randall no siente ningún tipo de remordimiento por su extraño pasatiempo.
"No me siento mal, no creo que esté haciendo nada malo", dijo. "Algunas personas coleccionan tarjetas de béisbol. A mi me gusta coleccionar material de casos de alto perfil".
Cuando el departamento de Correccionales de Nevada examinó este año el sitio que vende los artículos de Strohmeyer, los oficiales determinaron que no podían hacer nada para impedirlo. Algunos estados han aprobado leyes para prohibir la venta de artículos de ese tipo, pero Nevada no.
Y la ley original de "el hijo de Sam", diseñada para evitar que los asesinos saquen provecho de vender sus historias, fue anulada hace años, luego de que la Suprema Corte determinara que era una violación a las protecciones de libertad de expresión.
Randall comenzó a comunicarse con West desde hace dos años. En ese tiempo han llegado a conocerse, y West siempre ha mantenido su inocencia. Siempre ha insistido en que no asesinó a su madre. ¿Pero la metió dentro de un bote de basura? Seguro, ni siquiera su abogado defensor lo negó. ¿Pero acabó con la vida de su madre? No.
Claro, la inocencia reduciría el valor de la obra de West. Por lo que cuando se le pregunta a Randall si cree en Brookey, su respuesta es muy simple: "no, para nada". (Traducción: Mariana Toledo)
Las Vegas Sun
El Universal
La Vegas, EU.
Jueves 18 de septiembre de 2008
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