“Sí, me enamoré de él”
La última pareja del caníbal de la Guerrero ofrece su particular versión sobre el presunto homicida
A principios de agosto pasado, Verónica conoció a José Luis Calva Zepeda, el presunto homicida serial de mujeres, a quien, además, se investiga por actos de antropofagia.
“Se me acercó y me dijo que yo le gustaba –narra la mujer de 40 años–. Se presentó, me dijo que era escritor y me preguntó que si quería ser su novia”.
Como sus anteriores víctimas, Verónica es una madre soltera, con el cabello largo, empleada de las farmacias del Doctor Simi. De hecho, el acercamiento que describe ocurrió en la Alameda Central, donde ella se encontraba en una campaña de afiliación a la empresa de fármacos similares.
Además, lleva el mismo nombre de la primera mujer asesinada con la que se le relaciona, aquella cuyo cadáver descuartizado amaneció en 2004 en un panteón de Chimalhuacán.
“En un principio, yo no contesté a su propuesta sentimental, pero luego de unos minutos me volvió a preguntar y yo le dije que sí”.
Así inició un romance de 15 días del que la mujer da cuenta ante la prensa, justo en la puerta del Hospital Xoco, donde el llamado Caníbal de la Guerrero convalece de un traumatismo craneoencefálico, resultante de la intrépida acción con la que intentó eludir a la policía (saltar del balcón de su departamento, en un cuarto piso, y luego emprender una carrera a pie, que acabó en atropellamiento).
“El José Luis Calva Zepeda que yo conocí es completamente diferente al que presentan en los medios”, señala, antes de reconocer que la policía nada sabía sobre su relación y, por lo tanto, no ha rendido declaración alguna ante las autoridades.
“El día que lo conocí, me invitó a caminar. Nos sentamos en una banca de la Alameda y estuvimos platicando mucho tiempo. Me leyó muchos de sus versos y me regaló dos libros, el de Caminando ando y uno de poemas. Yo me emocioné mucho, porque me dijo que era escritor. En otra ocasión me invitó a comer y me regaló una rosa blanca”.
Así fue como José Luis conquistó a su última novia, siguiendo una mecánica similar a la que describen los familiares de las dos mujeres cuya muerte se le atribuye, Verónica Martínez Casarrubia y Alejandra Galeana Garabito (ésta última, hallada sin vida, con una pierna y un brazo mutilados, dentro del clóset del escritor).
Otro asesinato más se le achaca, el de una trabajadora sexual apodada La Jarocha, cuyo cuerpo fue descubierto en abril pasado, en Tlatelolco.
Sin embargo, a diferencia de las otras mujeres, Verónica albergó dudas sobre el personaje que recién conocía y se abocó a investigarlo.
Dos días después de su primer encuentro, su hija adolescente se dedicó a buscar en internet alguna referencia al supuesto escritor de poemas, obras de teatro, guiones de cine y novelas, todos de terror, sin encontrar nada.
“Ese hecho me ayudó a no involucrarme tanto con él y la relación sólo duró unos 15 días, aproximadamente. Nunca le di el teléfono de mi casa ni mi dirección, únicamente mis dos números de celular. Además, nunca estaba en casa y quizás me buscó, pero no me encontró.”
José Luis Calva Zepeda, según el testimonio de Verónica, bregaba entre dos personalidades, que se combatían una a la otra, como si dos seres completamente distintos habitaran dentro suyo.
“Él me dijo que su nombre era José Luis Calva Zepeda, pero me recalcó que ya sólo era José Zepeda y que no quería ser más Luis Calva, porque Luis Calva había muerto. Me dijo que ya no quería saber nada de Luis Calva, porque ese individuo era malo”, afirma convencida.
Por un momento, los agentes judiciales que vigilan la habitación donde se encuentra el presunto homicida intentan obtener información de la mujer que, en la puerta del hospital, se reclama como su última pareja sentimental. Ella los evita.
“Dirán que estoy mal de la cabeza por querer ver a una persona que es asesina, pero es que a mí no me pareció esa persona, yo conocí a José Zepeda, yo no conocí a Luis Calva, como él me decía... Los días que anduve con él, fue buena persona, para mi fue el escritor, la persona que tenía muchas ilusiones”.
“Me enamoré de él porque era simpático y guapo. Con él, todo era padrísimo, me cautivó, siempre me decía ‘sé buena madre, cuida a tus hijos, no los sueltes y no permitas que nadie los maltrate”.
Luego, medita unos segundos la validez de su respuesta, como si fuera necesario convencer a los demás, para luego convencerse ella misma, y al fin murmura: “Se me hizo triste que nadie lo venga a ver”.
El José Luis Calva Zepeda que yo conocí es completamente diferente al que presentan en los medios de comunicación.”
Me recalcó que ya sólo era José Zepeda y que no quería ser más Luis Calva, porque ese individuo era malo.”
La relación sólo duró unos 15 días. Nunca le di el teléfono de mi casa ni mi dirección, únicamente mis dos números de celular.”
Excèlsior 20-Octubre-2007
verónica “N”
última pareja sentimental del presunto homicida con fines de antropofagia
A principios de agosto pasado, Verónica conoció a José Luis Calva Zepeda, el presunto homicida serial de mujeres, a quien, además, se investiga por actos de antropofagia.
“Se me acercó y me dijo que yo le gustaba –narra la mujer de 40 años–. Se presentó, me dijo que era escritor y me preguntó que si quería ser su novia”.
Como sus anteriores víctimas, Verónica es una madre soltera, con el cabello largo, empleada de las farmacias del Doctor Simi. De hecho, el acercamiento que describe ocurrió en la Alameda Central, donde ella se encontraba en una campaña de afiliación a la empresa de fármacos similares.
Además, lleva el mismo nombre de la primera mujer asesinada con la que se le relaciona, aquella cuyo cadáver descuartizado amaneció en 2004 en un panteón de Chimalhuacán.
“En un principio, yo no contesté a su propuesta sentimental, pero luego de unos minutos me volvió a preguntar y yo le dije que sí”.
Así inició un romance de 15 días del que la mujer da cuenta ante la prensa, justo en la puerta del Hospital Xoco, donde el llamado Caníbal de la Guerrero convalece de un traumatismo craneoencefálico, resultante de la intrépida acción con la que intentó eludir a la policía (saltar del balcón de su departamento, en un cuarto piso, y luego emprender una carrera a pie, que acabó en atropellamiento).
“El José Luis Calva Zepeda que yo conocí es completamente diferente al que presentan en los medios”, señala, antes de reconocer que la policía nada sabía sobre su relación y, por lo tanto, no ha rendido declaración alguna ante las autoridades.
“El día que lo conocí, me invitó a caminar. Nos sentamos en una banca de la Alameda y estuvimos platicando mucho tiempo. Me leyó muchos de sus versos y me regaló dos libros, el de Caminando ando y uno de poemas. Yo me emocioné mucho, porque me dijo que era escritor. En otra ocasión me invitó a comer y me regaló una rosa blanca”.
Así fue como José Luis conquistó a su última novia, siguiendo una mecánica similar a la que describen los familiares de las dos mujeres cuya muerte se le atribuye, Verónica Martínez Casarrubia y Alejandra Galeana Garabito (ésta última, hallada sin vida, con una pierna y un brazo mutilados, dentro del clóset del escritor).
Otro asesinato más se le achaca, el de una trabajadora sexual apodada La Jarocha, cuyo cuerpo fue descubierto en abril pasado, en Tlatelolco.
Sin embargo, a diferencia de las otras mujeres, Verónica albergó dudas sobre el personaje que recién conocía y se abocó a investigarlo.
Dos días después de su primer encuentro, su hija adolescente se dedicó a buscar en internet alguna referencia al supuesto escritor de poemas, obras de teatro, guiones de cine y novelas, todos de terror, sin encontrar nada.
“Ese hecho me ayudó a no involucrarme tanto con él y la relación sólo duró unos 15 días, aproximadamente. Nunca le di el teléfono de mi casa ni mi dirección, únicamente mis dos números de celular. Además, nunca estaba en casa y quizás me buscó, pero no me encontró.”
José Luis Calva Zepeda, según el testimonio de Verónica, bregaba entre dos personalidades, que se combatían una a la otra, como si dos seres completamente distintos habitaran dentro suyo.
“Él me dijo que su nombre era José Luis Calva Zepeda, pero me recalcó que ya sólo era José Zepeda y que no quería ser más Luis Calva, porque Luis Calva había muerto. Me dijo que ya no quería saber nada de Luis Calva, porque ese individuo era malo”, afirma convencida.
Por un momento, los agentes judiciales que vigilan la habitación donde se encuentra el presunto homicida intentan obtener información de la mujer que, en la puerta del hospital, se reclama como su última pareja sentimental. Ella los evita.
“Dirán que estoy mal de la cabeza por querer ver a una persona que es asesina, pero es que a mí no me pareció esa persona, yo conocí a José Zepeda, yo no conocí a Luis Calva, como él me decía... Los días que anduve con él, fue buena persona, para mi fue el escritor, la persona que tenía muchas ilusiones”.
“Me enamoré de él porque era simpático y guapo. Con él, todo era padrísimo, me cautivó, siempre me decía ‘sé buena madre, cuida a tus hijos, no los sueltes y no permitas que nadie los maltrate”.
Luego, medita unos segundos la validez de su respuesta, como si fuera necesario convencer a los demás, para luego convencerse ella misma, y al fin murmura: “Se me hizo triste que nadie lo venga a ver”.
El José Luis Calva Zepeda que yo conocí es completamente diferente al que presentan en los medios de comunicación.”
Me recalcó que ya sólo era José Zepeda y que no quería ser más Luis Calva, porque ese individuo era malo.”
La relación sólo duró unos 15 días. Nunca le di el teléfono de mi casa ni mi dirección, únicamente mis dos números de celular.”
Excèlsior 20-Octubre-2007
verónica “N”
última pareja sentimental del presunto homicida con fines de antropofagia
1 Comments:
Muy buenas noches, antes que nada me gustaría comentarte que he tenido el gusto de leer los artículos del blogg y me parecen excelentes. Me gustaría tener un medio para poder contactarte dado que en este momento me encuentro realizando una investigación acerca de psicología social y medios de comunicación, la idea es enfocarlo a la revista alarma y como colaborador sería excelente si nos pudieras apoyar con tu punto de vista. Mi nombre es Carmen Rangel y mi mail es karmenrangelleon@hotmail.com, te agradecería contestaras cualquiera que sea tu respuesta dado que me encantaría incluirte y debo saber si puedo contar con esto, gracias.
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