28.10.09

ASESINOS SERIALES Y HOMOFOBIA

Asesinos seriales y Homofobia

Por Ricardo Ham



En la historia criminal de nuestro país mucho se ha discutido sobre la existencia de asesinos seriales, mientras muchos prefieren negar cualquier posibilidad de que un fenómeno como este sucede en México, la prensa policíaca ha sido testigo de cómo las historias sobre estos criminales se ha potencializado en los últimos años.

Si se retrocede en la historia podemos encontrar que el primer asesino serial documentado se da en las calles de Río Consulado la ciudad de México en 1888[1] bajo el nombre de Francisco Guerrero, personaje histórico quien quedó documentado gracias al periódico “El Imparcial” y a los maravillosos grabado que sobre él realizó José Guadalupe Posada y donde se apreciaban escenas de los crímenes y del juicio que llevó a Guerrero a la cárcel de San Juan de Ulúa

Posterior a Francisco Guerrero, se da un salto de más de medio siglo hasta encontrarnos en el Barrio de Tacuba, la figura de Gregorio Cárdenas Hernández, inolvidable personaje de la historia criminal del país, que aparte de estrangulador de mujeres, se le recuerda como escritor, abogado, pintor y guionista; además de ser el personaje central del excelso libro “El caso del estrangulador” del criminólogo Alfonso Quiróz Cuarón

Tras la historia del estrangulador de Tacuba, la capital del país esperó prácticamente otros 50 años, en 1991 empezó una larga lista de homicidios en los hoteles del centro histórico que más tarde serían adjudicados a José Enrique Morales.[2] Pese a que este personaje es prácticamente desconocido, la historia lo señala como el asesino serial mexicano, actuando en territorio nacional, con más víctimas en su haber con un total de 13 mujeres asesinadas[3]. Los homicidios de Enrique Morales tuvieron extrañas particularidades como el extraer el corazón de la víctima y dejar versos románticos con lápiz labial en los muros de los curtos de hotel donde cometió sus asesinatos

Esta tercia de homicidas tiene como particularidad haber encontrado a sus víctimas entre mujeres que ejercían la prostitución, lo cual es una constante entre los asesinos seriales a nivel mundial. Sin embargo, como en segundo sitio entre las víctimas atacadas por asesinos seriales, encontramos a la comunidad homosexual, muchos han sido los homicidas seriales que se han “especializado” en este grupo social; lamentablemente ni los medios de comunicación, ni la sociedad en general han respondido con el mismo interés ni la misma preocupación ante esta cadena de crímenes. Incluso podemos mencionar que los homicidios de ancianas por parte de Juana Barraza y Araceli Vázquez y Jorge Mario Tablas[4] recibieron una atención mediática muy superior a la de los homicidios entre la comunidad gay, esto no debe interpretarse como que unas víctimas tengan más relevancia que otras, sino que la cobertura debe ser la misma en todos los casos.

INICIA LA HISTORIA

Entre 1991 y 1993, el periodista Víctor Ronquillo documenta en el libro “La muerte viste de rosa”[5] el homicidio sistemático de 13 homosexuales en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; de acuerdo a lo señalado por el periodista, las investigaciones policiacas se encaminaron a la fabricación de culpables y el ocultamiento y manipulación de pruebas para desviar el camino de las averiguaciones y que nunca llegaran ante los verdaderos culpables.

De igual forma, el sur del país se ha visto escandalizado por la aparición en Yucatán de Alfredo Aguilar Can “el bunga” señalado en la década de los 90 como el homicida de 5 homosexuales de la zona maya. Según notas periodísticas, la primer víctima de Alfredo Aguilar es un modisto de origen cubano llamado Rigoberto Chaviano León. A Aguilar Can se le atribuyen los asesinatos de Jorge Carlos Pizarro Barrera, en 1993; Hernán May Magaña, en 1995; Nicolás Manuel Hoil Canto, en 1997, y al actuario judicial Arcadio Francisco Balam Noh, también en 1997, además del de Chaviano León, en 1996.

Otro caso en el sur del país es el de Miguel Ángel Amaro, quien cumple una sentencia de 34 años de cárcel por el homicidio de 4 homosexuales en el estado de Colima. Amaro ha sido encontrado culpable del asesinato de un catedrático del Instituto Tecnológico Regional de Colima, cuyo cadáver fue encontrado en enero de 2001 en su domicilio particular, la muerte fue ocasionada por estrangulamiento. Una pa las particularidades del caso es la constante de que las víctimas fueron encontradas atadas de pies y manos con una cuerda enredada alrededor del cuello.

Por versiones de prensa se sabe que el modus operandi de Ángel Amaro consistía en contactar a sus víctimas durante las noches en el jardín Núñez de Colima, posteriormente se trasladaba junto al domicilio de su víctima, una vez ahí amordazaba y amarraba al occiso mientras robaba sus pertenencias para posteriormente estrangularlo


DEL SUR AL CENTRO

El centro del país, como se mencionó al principio del texto, tiene una larga historia en lo que a homicidas seriales se refiere, y es justo en la zona metropolitana donde aparecen dos homicidas que llaman la atención.

Uno de ellos es César Gutiérrez, acusado y detenido por el homicidio de 7 homosexuales ocurrido en Tlalnepantla, Estado de México, el periodo comprendido entro 2007 y 2009.

El modus operando de Gutiérrez es muy similar al de otros homicidas de gays, los agresores buscan contratarse como sexo servidores y una vez a solas con la víctima lo atacan para robarles y asesinarles, César Gutiérrez llama la atención al ser el homicida con más víctimas homosexuales en su haber

Por otro lado, en la ciudad de México y como resultado de las investigaciones realizadas por la Agencia Federal de Investigación y la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, de la Procuraduría General de la República fue detenido el 23 de enero de 2006 en el Distrito Federal el secuestrador y homicida Raúl Osiel Marroquín Reyes, "El Sádico". Las investigaciones que llevaron a la detención de Marroquín iniciaron el 30 de noviembre de 2005, con motivo de la denuncia del secuestro de un empleado de una televisora, por quien exigía 120 mil pesos. Sin embargo, el cuerpo sin vida de esta persona apareció el 9 de diciembre en las inmediaciones del Metro Chabacano.

El sádico, aseguró que hizo un bien a la sociedad al elegir como sus víctimas a jóvenes homosexuales a quienes secuestró y asesinó. Al menos cuatro víctimas fueron ahorcadas por este joven y sus cuerpos abandonados en el interior de maletas halladas en diciembre de 2005 en diversos puntos de la Ciudad de México, como en las inmediaciones del Metro Chabacano y la colonia Asturias. Este asesino serial aseguró que aunque no tenía nada contra los homosexuales para él era fácil elegir este tipo de víctimas al frecuentar bares y restaurantes de la Zona Rosa.

El modus operandi del asesino serial y secuestrador consistía en contactar a hombres jóvenes en cafés y centros nocturnos de la Ciudad de México, en donde entablaba amistad y una vez obteniendo la confianza de su víctima los invitaba a un hotel. En dicho lugar Marroquín Reyes interrogaba a sus acompañantes para determinar si contaban con recursos económicos y en caso de no tenerlos eran liberados, en cambio los que disponían de dinero eran llevados con engaños al departamento del homicida, donde eran sometidos, ultrajados y asesinados.

Este asesino serial asegura no tener remordimientos. El Sádico se caracterizó por torturar a sus víctimas, con un patrón de conducta específico en el que incluso como "trofeo" se quedaba con las credenciales de elector. Cabe señalar que el sádico a una de sus víctimas le arrancó la piel de la frente con una navaja para realizar la figura de una estrella.


CONCLUSIÓN


Hace unos meses la revista “Chilango” presentó un amplio y muy bien documentado reportaje sobre la posible existencia de un asesino serial de homosexuales con un modus operandi similar al de los anteriores, (ofrecerse como sexo servidor y asesinar en el domicilio de la víctima) pero con una violencia extrema que llego a niveles de 112 puñaladas sobre una sola víctima.

Sin embargo, las autoridades no han reconocido, en ninguno de los casos expuestos, que se traten de crímenes de odio, sino que muchas veces las primeras líneas de investigación se simplifica llevándolo por el camino de los crímenes pasionales, ayudando así a que el tiempo sea quien cubra la posibilidad de ver al odio como principal movil de los crímenes





[1] En 1888, en Inglaterra se gestaba el mito de Jakc el Destripador, quien asesino a 4 prostitutas, una cantidad mucho menor a la adjudicada a Francisco Guerrero
[2] En el documental “Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo” (Yulene Eloizola, 2008) se maneja la versión de que Jorge Riosse es el autor de los homicidios de mujeres por los que José Morales fue acusado.
[3] Solo detrás del mexicana Juan Corona, quien en el poblado de Yuba, en Los Ängeles California, asesinó a dos decenas de inmigrantes
[4] Estas tres personas fueron señaladas como los culpables de la muerte de ancianas entre 1998 y 2006, siendo Juana Barraza la responsable de la mayor cantidad de homicidios
[5] La muerte viste de rosa, Ronquillo Víctor, 1994, ediciones Roca

1 Comments:

Blogger hugo said...

te deje un comentario sobre la peli cuando escribiste sobre ella. saludos y gracias por tu informacion

9:59 a.m.  

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