La mataviejitas de Barcelona
Barcelona, Efe
El juicio contra Remedios S. S., la mujer acusada de ganarse la confianza de diversas ancianas para después matarlas y robarles, comenzará mañana, martes, en la Audiencia de Barcelona, con la incógnita de si la imputada accederá a dar su versión de los hechos. El juicio, que está previsto que dure tres días, está llamado a ser uno de los más mediáticos del año, no sólo por lo rocambolesco de este caso de asesinatos en serie cuyas víctimas superaban los 70 años de edad, sino también por la gravedad de los delitos que se le imputan a la única acusada.
El fiscal pide penas que suman 172 años de cárcel para Remedios S. S., a la que imputa tres delitos de asesinato, seis de intento de asesinato y siete de robo con violencia.
La acusada, una mujer de 48 años conocida como «Reme» en el barrio donde residía y en el bar donde trabajó sin levantar sospecha alguna hasta que fue finalmente detenida, ha mantenido un mutismo absoluto desde que fue arrestada, el 4 de julio de 2006, mientras jugaba a las máquinas tragaperras en un salón de Barcelona. No declaró ante los Mossos d'Esquadra tras el arresto, y al comparecer ante el juez de guardia incluso se negó a decir su nombre. En una declaración posterior ante el juez instructor se mostró algo más colaboradora, aunque mantuvo su silencio con respecto a los hechos que se le imputan, porque dijo que no se sentía preparada para declarar.
Remedios S. S., que permanece en prisión preventiva desde julio de 2006, trabajaba como cocinera en un bar de la calle Balmes de Barcelona, junto a la Comisaría de la Policía Nacional. Era un local que frecuentaban agentes de esa Comisaría, algunos de ellos atraídos por la popular tortilla de patatas que preparaba «la Reme», que charlaba habitualmente con los policías sin saber que los Mossos la buscaban como la presunta asesina de ancianas. Según las investigaciones, la acusada siempre utilizaba el mismo modus operandi, que consistía en ganarse la confianza de ancianas mayores de 70 años en las plazas, iglesias o mercados y, cuando accedía a sus viviendas, aprovechar cualquier descuido para derribarlas y estrangularlas con alguna toalla o lazo que encontraba en el lugar. Al menos en tres ocasiones después de asaltar y robar a las ancianas, Remedios S. acudió a continuación a bingos o salones recreativos próximos a las viviendas.
«Reme», que llegó a Cataluña cuando tenía 14 años de su Coruña natal, tiene dos hijos mellizos mayores de edad que viven con su primer marido en el barrio de La Verneda. El matrimonio para el que trabajaba cuando fue detenida la calificó de «muy limpia, honrada y noble. Nunca faltó al trabajo, nunca se quejaba de nada, era muy habladora, un modelo de trabajadora».
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